No son horas, ni días: son meses los que lleva la familia Paz, dedicada a la apicultura en la zona de islas, la lucha cuerpo a cuerpo contra el fuego que parece no tener fin, mientras instituciones públicas y privadas también intentan frenar las quemas en el delta del Paraná que comenzaron en enero de 2020 (ver nota). Desde el Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), junto a la Facultad de Derecho de la UNR y el Colegio de Abogados de Rosario, se impulsa un cambio en la normativa para sancionar a los pirómanos como delito por afectar al ecosistema, y tipificarlo como ecocidio dentro del Código Penal de la Nación.
Por Elízabet Aleo
“Hace más de dos meses que no para de arder”, explica Ariel,
apicultor de la zona consultado por GALA NOTICIAS. Define como “una cosa
de terror” como ha agarrado el fuego los campos de la isla. “Hace más o menos
un mes volvió el fuego alrededor de las colmenas, como todos los años”.
La familia Paz vive en la isla de Los Ratones, a la altura del kilómetro 291,5 del Río Paraná y combate el fuego con sus propios recursos junto a los vecinos que padecen desde hace años este flagelo. “El fuego agarra porque está muy bajo el agua en la zona de islas, por eso es más propenso a que arda”, explica el trabajador. “Lo que es lagunas y arroyos, están todos secos, y además, por la helada, también se secan los pastizales, entonces el campo se prende completo”.
Apagar el fuego A PULMÓN |
Consultado por el móvil que se realizan las quemazones, Ariel descarta el tema inmobiliario, ya que las islas por donde ellos se mueven, tienen dueño. “Estuvimos entre 3 y 4 días controlando el fuego para que no agarre las colmenas, todo a pulmón, ya que no hay bomberos. Las islas pertenecen a Entre Ríos, y estamos cerca de San Pedro, pero por un tema jurisdiccional entre Buenos Aires y Entre Ríos, por autorizaciones y demás, se complica”.
El horror del fuego que todo lo arrasa en el campo |
Por la parte de San Pedro “están mandando aviones hidrantes, pero por donde vivimos nosotros nunca llegó nadie”, comenta Ariel. “Cuando comenzó el fuego, llamamos por teléfono a los colegas quienes tuvieron que dejar sus trabajos y venir a combatirlo”. Motobombas, mochilas, palos, todo es bienvenido a la hora de apagar las llamas. “Éramos 12 personas trabajando desde las 3 de la tarde hasta la media noche”.
Así arde el fuego cerca de las colmenas, fuente de trabajo de las familias de las islas |
Mientras tanto, Buenos Aires despertó con un cielo entre rosa, anaranjado y rojo, producto del humo que luego se comenzó a sentir en el aire, generando gran impacto ambiental, y recien ahí muchos comenzaron a preocuparse. Por eso, están trabajando en la figura del ecocidio y propinar penas de hasta dos millones ($ 2.000.000) a los que cometieran el delito de dañar extensas porciones de medio ambiente.
Agradecemos a la familia Paz y vecinos de las islas.
Todas las fotos pertenecen al Facebook de Ariel Paz.
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