Sin sudas la llegada de la locomotora al tranquilo pueblo de Diego Gaynor, en la provincia de Buenos Aires, fue un acontecimiento único para grandes y chicos que se sorprendieron de ver el gigante de hierro aproximarse por la vía.
Esa vía que estuvo muda durante más de 20 años, aguardando poder volver a ser utilizada.
Mucha emoción por parte de las personas que allí viven y ven con esperanza el regreso del servicio ferroviario que les devolverá el progreso, conexión y futuro que les fue quitado hace treinta años.
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Queremos agradecer sinceramente a todos los que han hecho esto posible.
Es hora de demostrar que nuestro ramal es importante y que su resurgimiento no es casual, sino una realidad que se va materializando poco a poco.
"Si hay vías, hay esperanza"
Texto: Gonzalo Campo
Fotos: Hugo Giordano y Luis Urquizo.
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