Ni para Agustina Forgiono (31), ni su hoy marido Andrés Nazzari (33) la distancia fue un limitante para vivir su historia de amor.
El 20 de enero, ella desde Sapporo, al norte de Japón y él en Temperley, provincia de Buenos Aires se casaron mediante la ley argentina. Lo tuvieron que hacer de manera virtual siguiendo todos los requerimientos que indica el código civil, y no por eso la ceremonia -que estuvo a cargo de la jueza María Josefina Amela- fue menos solemne.
El miércoles, Andrés se vistió formal, con traje y camisa, se puso el barbijo negro y fue al registro civil del barrio acompañado de las testigos, Josefina y Antonella, las hermanas de la novia. A las 12.30 -horario local, llamó por videoconferencia a Agustina. En Hokkaido, 18.000 kilómetros, eran las 00.30 de la madrugada. Ella lo atendió, dije el esperado “sí quiero” y se convirtieron en marido mujer. Sellado el acta, fueron además, la pareja de la provincia en casarse bajo esta modalidad. “A pesar de la mala conexión, la ceremonia fue emotiva”, coinciden los recién casados. “Nos hubiese gustado estar todos juntos pero este es el contexto de hoy”, reconocen.
8 años de relación, 4 de convivencia y una boda a distancia
Agustina es médica cirujana. Andrés es empleado administrativo. Se conocieron hace casi una década en una cena organizada por amigos en común. Tuvieron cuatro años de convivencia. “De él me enamoró su inteligencia, y su compañerismo. Me apoyó y lo sigue haciendo a lo largo de mi carrera que no es fácil. Somos muy compatibles”, le cuenta Agustina a Infobae desde Japón.
Están separados a 18 mil kilómetros de distancia porque Agustina, se ganó una beca MEXT de cuatro años, otorgada por la embajada de Japón en Argentina para hacer un posgrado en la prestigiosa Universidad de Hokkaido. “Apliqué a finales de 2018, son muchas instancias hasta que quedar seleccionada. Ante la posibilidad de ganarla habíamos hablado con Andrés de casarnos para facilitar cualquier trámite. Sin embargo, recién en febrero de 2020 me confirmaron que la había logrado, y la pandemia nos frustró los planes”, recuerda.
En noviembre de 2020 Agustina se instaló en su nuevo hogar, y Andrés junto a la perra callejera Khali se quedaron en Buenos Aires. Frente a la incertidumbre de la pandemia, este 2021 retomaron los planes de boda. “Averiguamos por el sitio web del gobierno de la provincia de Buenos Aires donde figura la opción de matrimonio a distancia. Fue rápido, y sencillo, en 20 días nos dieron el turno”.
Ya casados, Andrés podrá iniciar los papeles de la visa como “dependiente de ella " para reencontrarse con su mujer. “Estoy ansiosa de que llegue, y que la familia pueda estar junta otra vez . No es fácil estar sola en un lugar tan distinto y tan lejos de casa”, admite Agustina.
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