Bienvenidos al sitio más importante de noticias de la zona sur

Hazaña de dos nadadores de la Patagonia: cruzaron el río de la Plata como solo otros 35 atletas en 100 años

 El neuquino Alejandro Lund y el roquense Marcelo Nazra y su épico cruce del río más ancho del mundo, algo que solo habían logrado 35 nadadores antes que ellos. Las fotos, el video y el relato de una GRAN aventura.

El neuquino Alejandro Lund y el roquense Marcelo Nazra acaban de concretar nadando un épico cruce, el del río más ancho del mundo, el de la Plata. «Empezamos a entrenar para este objetivo hace dos años y medio. Son 42 kms en línea recta desde Colonia del Sacramento en Uruguay hasta Punta Lara, pero por las derivas y mareas terminamos nadando cerca de 50 kms el domingo 5 de febrero», cuenta Alejandro, que lo logró en casi 15 horas y media. Marcelo lo hizo en 14 horas y 58 minutos.

Desde que Lilian Harrison, una joven de 19 años, lo cruzara por primera vez en 1923, apenas otras 34 personas lo lograron en 100 años. Ahora se sumaron a ese círculo selecto estos dos nadadores del norte de la Patagonia.

A pura brazada rumbo a la costa argentina.

El entrenador que los preparó fue Pablo Testa y la organización logística del cruce, de Nadando Argentina. En el bote, Inés Gougy acompañó a Marcelo y Carina Buiatti a Alejandro. «Nuestras esposas estuvieron no solo en la travesía sino con paciencia, amor y apoyo incondicional todo este tiempo que nos preparamos«. También, entre muchos otras manos que se unieron, señala que fue clave el aporte de la nutricionista Natalia Scotti para que el cuerpo bancara tanta exigencia. de orilla a orilla.

Hay equipos. Marcelo Inés, Alejandro y Carina, En el medio Pablo, el entrenador.

La tercera fue la vencida


El primer intento fue en marzo de 2022. Iniciaron la travesía pero una vez en el río, en vez de cumplirse con el pronóstico del clima, la situación se complicó. «Después de siete horas de pelear con las olas, que llegaron a más de un metro, tuvimos que resignar la idea», cuenta Alejandro.

Alejandro Lund en pleno cruce del río de la Plata el domingo 5 de febrero. Tiene 48 años y Marcelo 50. Son los nadadores con más edad en lograrlo. Fotos: Nadando Argentina


Regresaron a Neuquén con el objetivo de seguir entrenando y volver a intentarlo a fin de año. «Tuvimos nuestra segunda chance en diciembre. Viajamos a Uruguay con intención de hacer el cruce el 19 de diciembre, el día después del campeonato mundial de fútbol. Pero el clima se descompuso y esta vez estuvimos una semana en Uruguay esperando que las condiciones mejoraran, sin suerte, sin ni siquiera poder intentarlo, tuvimos que volver en Buquebus», relata Alejandro.

Alejandro y Marcelo abrazan a Pablo Testa, el entrenador: «Fue clave».

«Por suerte seguimos entrenando y se nos dio la ventana de clima el domingo pasado. La tercera fue la vencida y lo pudimos cruzar», agrega.

Salieron poco antes de las 5 de la mañana, noche cerrada aun pero con una luna casi llena que iluminaba el río, que se brindaba tranquilo y favorable.

«Hasta poco más de la mitad del cruce mantuvieron esas condiciones ideales. A partir de ahí se fue complicando poco a poco, otra vez olas y cambios entre bajantes y crecientes que nos complicaron al final, pero llegamos«, describe a RIO NEGRO Alejandro.

0 seconds of 54 secondsVolume 90%
 

Marcelo, nadador desde chico, con más experiencia y el cruce del canal de la Mancha sobre sus espaldas, llegó unos 30 minutos antes. Agradeció, como Alejandro, a su familia: «Es que fue un proyecto familiar, sin ellos es imposible realizarlo. Mis hijos iban a entrenar conmigo, con mi mujer íbamos para todos lados juntos», le contó a Nadando Argentina. Es médico anestesista y Alejandro tiene una distribuidora de librería y papelería en el bajo neuquino. De él es esta frase: «La verdad es que entrás uno y salís otro del río. Te mueve fibras internasEs muy difícil expresar en palabras lo que se siente en esa inmensidad de río».

Marcelo cruzó el río con 50 años y Alejandro con 48. «Somos los más viejos en cruzar. O los más experimentados», comenta Ale, como todos le dicen. Se despide con una sonrisa: ya es tiempo de volver al trabajo y soñar con nuevas aventuras.

Fuente: Rionegro.com.ar

Publicar un comentario

0 Comentarios

...