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CHINA, TAIWÁN, ESTADOS UNIDOS Y LA PELEA POR LOS CHIPS

La visita de Nancy Pelosi a Taiwán dejó un tendal de ejercicios militares, incursiones aéreas, bloqueos comerciales y fuertes declaraciones con las que los chinos expresaron su disconformidad.

Por David Aguirre


El pescado taiwanés quedó sin vender, al igual que los cítricos y otros productos menos importantes. China podría haber pegado donde verdaderamente duele: los chips. Podría haberse negado a comprar la producción taiwanesa. Después de todo es el principal cliente. 


Pero es que simplemente no puede vivir sin ellos.


¿CHINA POTENCIA O UNA SOLA CHINA?

Los semiconductores taiwaneses están en la mayoría de los productos tecnológicos de consumo masivo que China le vende al mundo. Con la internet de las cosas en ciernes, ese volumen despegará a niveles insospechados.

Por el momento solo la industria de Taiwán tiene la capacidad para satisfacer semejante demanda. 

Con las tensiones al límite por la guerra de Ucrania y, más recientemente, la visita de Nancy Pelosi, se temió que el gigante asiático recuperara por la fuerza la isla que considera territorio rebelde.

Han ocurrido cosas más improbables y absurdas, pero esta jugada sería terriblemente perjudicial para China y su propósito más firme e irrenunciable: convertirse en la mayor potencia económica mundial. Una jugada audaz los privaría de su proveedor, arrastraría a su pueblo a la angustia y la miseria e impactaría gravemente en su comercio con el mundo.


LA GUERRA DE LOS CHIPS

Taiwán y Corea del Sur proveen al mundo casi el 90% de los chips que necesita. Además, con una industria altamente especilizada, también lideran el desarrollo en esa área. Actualmente se está casi al limite físico de la miniaturización de circuitos, que se calcula en los 2 nanómetros y se alcanzaría a más tardar en 2025.


ESTADOS UNIDOS Y CHINA

La visita de Pelosi se produce pocos días después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara su ley de ciencia y chips, que dispone de una multimillonaria subvención a la industria en territorio norteamericano e impide cualquier iniciativa en suelo chino. 

El objetivo es atenuar la dependencia de Asia en general (aunque Taiwán y Corea del Sur sean aliados) y neutralizar las ambiciones de China en particular. 


TODOS CONTRA CHINA

Otra herramienta jurídica de la que dispone Estados Unidos es un acuerdo sobre el comercio de armas convencionales y tecnología de “doble uso”, que impide que Países Bajos (único proveedor) le proporcione a China la maquinaria especializada para fabricar sus propios chips de avanzada.


CHINA NO SE QUEDA DE BRAZOS CRUZADOS

Es un alivio temporal: se calcula que en no más de una década, China tendrá sus propias máquinas impresoras y cortadoras de chips.

Por el momento se encuentra decidida a hacerse con el mercado global de los chips de tamaños que sí puede fabricar, superiores a 28nm, integrados en tecnología menos sofisticada, como electrodomésticos y otros artículos de consumo.


EJERCICIOS MILITARES. Y TECNOLÓGICOS

Si bien el despliegue militar, las amenazas y los gestos desafiantes importan, preocupan y son siempre un riesgo latente (y allí está Ucrania como lamentable ejemplo), el campo de la tecnología, la investigación, el desarrollo y la industria no es menos despiadado y peligroso en la lucha sin cuartel por la supremacía mundial.

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