Nacida el 25 de marzo de 1942, a Aretha Franklin le tocó vivir una infancia muy dura. La diva del soul tuvo que lidiar con dos embarazos precoces, el primero a los doce años y el segundo a los catorce, así como sufrir el abandono de su madre, que se marchó de casa cuando la pequeña contaba apenas seis años de edad. Para complicar aún más las cosas, su padre, un pastor baptista muy conocido en su comunidad y con fama de mujeriego, educó a sus hijos con mano de hierro. Así, la vida de Aretha estaba absolutamente condicionada por lo que su progenitor decidía, sin que la joven tuviera ni voz ni voto. Pero Aretha, que callaba y cantaba, muy pronto se convirtió en una joven estrella del gospel y acabaría firmando un suculento contrato con una multinacional discográfica.
LA DIFÍCIL INFANCIA DE ARETHA FRANKLIN
Nacida en Memphis, Tennessee, Aretha fue la tercera hija del reverendo baptista Clarence LeVaughn Franklin y de Barbara Sigman, una gran cantante y pianista. La pareja mantenía una relación complicada: el predicador, que era un consumado seductor, dejó embarazada a una adolescente de su parroquia y Barbara, por su parte, se quedó embarazada de otro hombre poco antes de casarse. Con la ruptura del matrimonio, Barbara dejó a cargo de su marido a los hijos que tenían en común y se llevó consigo al hijo que había tenido de soltera. El biógrafo de Arteha, David Ritz, pone en boca de Erma, una de sus hermanas, estas palabras sobre la ruptura de sus padres: "Todos nos quedamos destrozados. La relación de mis padres era tormentosa y mi padre tenía un temperamento violento […]. Te estaría mintiendo si no admitiese que desde luego conocíamos la fama de mujeriego de mi padre. Las mujeres se lanzaban literalmente a sus brazos. A medida que me fui haciendo mayor pude ver por mí misma cómo utilizó a muchas de esas mujeres".
A pesar de la convulsa situación familiar, en casa de los Franklin todo giraba alrededor de la música. Aretha era sin lugar a dudas la estrella, Erma también era una gran cantante, su hermano Cecil se convirtió en su manager y Carolyn fue asimismo una excelente cantante y compositora. Aunque ninguna de ellas lograría igualar a la brillante Aretha. Por la casa pasaron estrellas de la talla de Duke Ellington o Ella Fitzgerald, y la joven Aretha asombraba a todo el mundo con su don para la música: por ejemplo, escuchaba cualquier pieza y de inmediato podía interpretarla al piano a la perfección. Su padre, interesado en dar a conocer por todos los medios el talento de su hija, llegaba a sacarla de la cama en plena noche para que cantara y tocara delante de invitados famosos como Nat King Cole.
TRAS UN MATRIMONIO TORMENTOSO LLEGA EL ÉXITO
"Era guapa, ligona y poseía una voz que encandilaba a todo el mundo. También a los hombres", explica de Aretha su biógrafo. Cuando la joven tenía dieciocho años, un productor musical llamado Ted White, de 30 años, se enamoró de ella. La pareja contrajo matrimonio en 1960 pese a la oposición del padre de Aretha. Convertido en su representante, Ted, que además era un hombre violento, le pegaba. A pesar de ello, la pareja tuvo un hijo, el músico Teddy Richards. Aretha aguantó junto a su marido hasta que ya no pudo más. Al final acabó denunciándolo por violencia domestica y consiguió el divorcio en 1968, con lo que puso fin a ocho años de tormentoso matrimonio. Tras su ruptura, Aretha tendría otras relaciones como la que mantuvo con el actor Glynn Turman, con quien estuvo casada seis años, y con el director de sus giras, Ken Cunningham, con el cual tendría otro hijo llamado Kecalf.
A las canciones las transformaba, las hacía suyas. Eso hizo en 1967 con Respect, uno de los éxitos más sonados de la artista (junto con Think, grabada al año siguiente, un tema que se acabaría convirtiendo en un himno feminista). El malogrado Otis Redding había compuesto Respect unos años antes desde el punto de vista de un hombre, pero Aretha cambió aquella perspectiva y convirtió el tema en un himno femenino, posiblemente recordando algunas desgraciadas experiencias vividas a lo largo de su vida. Aquella canción generó lecturas de todo tipo, tanto políticas, sexuales como raciales. "Era lo que necesitaban el hombre y la mujer promedio de la nación: todos querían respeto", decía Aretha.
Un acontecimiento que marcaría hondamente a Aretha, y fue la pérdida de su padre. A pesar de la difícil relación que había mantenido toda su vida con su progenitor, Aretha estuvo a su lado durante los cinco largos años que este pasó sumido en un coma tras recibir un tiro en la cabeza durante un intento de robo sufrido en su casa de Detroit en 1970. El carácter irascible de Aretha hizo acto de presencia incluso durante el funeral de su padre. Aretha se enfureció con una de sus hermanas cuando creyó que quería pasar delante de ella en el momento de entrar en la iglesia para el responso.
ARETHA FRANKLIN, EL ETERNO ICONO DEL SOUL
Arteha Franklin recibió una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood en 1979 y su voz fue declarada "recurso natural" de Michigan en 1985. I Say a Little Prayer (1968), Call me(1970), Chain of fools (1968) y la ya mencionada Respect son algunos de los grandes éxitos que han hecho inmortal a Aretha Franklin, considerada una de las voces más grandes de la historia de la música. La revista Rolling Stone la coronó en el primer puesto de su lista de los cien mejores cantantes de todos los tiempos y afirmó que su álbum Amazing Grace (1972) ha sido el más vendido de la historia de la música gospel. Aretha ganó nada menos que diecinueve Grammy y fue la primera mujer reconocida en el Salón de la Fama del Rock and Roll. La cantante actuó asimismo en las ceremonias de apertura de los gobiernos de Bill Clinton (1993 y 1997) y en la toma de posesión del presidente Barack Obama (2009), y siguió grabando discos y actuando sin descanso durante años.
La revista 'Rolling Stone' coronó a Aretha Franklin en el primer lugar de su lista de los cien mejores cantantes de todos los tiempos y afirmó que su álbum 'Amazing Grace' (1972) ha sido el más vendido de la historia de la música gospel.
El 13 de agosto de 2018 se informó de que Aretha Franklin estaba gravemente enferma y se encontraba bajo cuidados paliativos en su casa en Riverfront Towers, en Detroit. Rodeada de familiares y amigos como Stevie Wonder, Jesse Jackson o incluso su ex marido Glynn Turman, Aretha murió el 16 de agosto de 2018 a los 76 años a causa de un cáncer pancreático. No dejó testamento. Numerosas celebridades del mundo de la música y de la política acudieron a rendir un sentido homenaje a la figura de Aretha Franklin el día de su funeral. Barack Obama dijo de ella que "ayudó a definir la experiencia estadounidense" y el activista de derechos civiles y ministro Al Sharpton la definió como un "ícono humanitario y de los derechos civiles".
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