Vamos a charlar hoy sobre un tema que es muy importante y que es causal muchas veces de que un paciente caiga en una depresión terrible, o caiga en un proceso del cual cuesta mucho poder levantarse, recuperarse.
Por Dr. Matías Moya*
Hablamos puntualmente de las co-dependencias afectivas, psico-emocionales. ¿Cómo sería esto?
Es muy notorio cuando surge una pareja, se complementa una pareja, por equis motivo y circunstancia chocó uno con otro: se alinearon los planetas, nos enamoramos, etc. Pero ese conocernos implica el cruce de dos paradigmas cualitativamente diferentes, de dos concepciones acerca de la realidad, el mundo, nuestra crianza, aspectos culturales, familiares, etc.
En segundo término está el plano en virtud a cómo nos posicionamos en tanto sujetos y en tanto pareja. ¿Qué lugar ocupo yo en una pareja? ¿Qué lugar me estás dando vos en un vínculo en virtud a algo que queremos co-construir a una perspectiva, aun futuro, a mediano plazo, largo plazo, etc.?
¿Qué lugar es el que me das?
Hay mecanismos inconscientes que están vinculados con las co-dependencias afectivas, emocionales. Esto es…”Si vos me dejás a mí yo no voy a poder vivir, porque la vida es muy dura y sin vos yo no soy nada”. “Me acostumbré a estar con vos, a que seas mi sostén direccional, mi sostén en todos los planos posibles y sin vos no voy a poder sobrevivir”, y así, viceversa, en función a los roles en sí. Puede ser un hombre, puede ser una mujer, quien va generando una co-dependencia emocional, o ambos integrantes de la pareja. Que van relacionándose desde la enfermedad y configuran, conforman un vínculo simbiótico.
Trabajan juntos, hacen todo juntos, no pueden estar separados. Si se separan, se descompensan, tienden a desequilibrarse.
Finalmente hay una de las partes dentro de la pareja que toca fondo, toma consciencia, que no desea vivir así. Que no quiere más esa vida de rutinas, de fusión, de estar pegadito a otro y decide tomar distancia, desligarse, separarse, y esto trae consecuencias terribles muchas veces para la otra parte.
Hay un dicho popular que dice “Hay una parte que queda reventada, y hay otra que se favorece”, porque era más consciente que quería tomar distancia y que se quería separar.
Esto es muy notorio en las consultas, muchas veces desde la clínica, que una parte ha tomado la decisión férrea, determinada, de separarse, mientras hay otra parte que sigue co-dependiendo y probablemente siga siendo un co-dependiente toda su vida.
Al formar otra pareja, va a pasar a ser co-dependiente de esa otra pareja y así sucesivamente. Esto hay que trabajarlo en una terapia, haciendo un tratamiento posible.
Cosas del amor, de parejas, espero que les sea útil.
*El Dr. Matías Moya es Médico Comunitario, Psicólogo Clínico y Dr. en Medicina Comunitaria. MN 31992
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