El adolescente padece nasofibroangioma nasal juvenil, una especie de tumor que ya le ha tomado gran parte de la cara y lo dejó ciego de un ojo.
Los médicos, quien en principio se mostraban colaborativos, con el advenimiento de la pandemia fueron postergaron la cirugía cada vez más en el tiempo, mientras que la enfermedad avanzaba velozmente ocasionado sangrados masivos en el paciente.
Su mamá se cansó de golpear puertas, esta mañana era su única esperanza y le rebotaron otra vez la cirugía, "porque el caso estaba muy avanzado y corre en riesgo su vida", y decidieron probar con una terapia alternativa. Mientras tanto, María Rosa tuvo que pagar estudios por su cuenta y medicinas muy costosas. Está desesperada y no quiere ver sufrir más a su hijo, quiere pronta respuesta a su problema de salud.
Esperemos que el caso llegue a los oídos de los profesionales y autoridades competentes y María Rosa junto a su hijo y toda la familia puedan tener una mejor calidad de vida y el trato humanitario que se merecen.
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