Por Dr. Matías Moya
La depresión y la desocupación están concatenadas. El sujeto, es un sujeto en el mundo, “arrojado al mundo” según lo plantea Martín Heidegger, uno de los precursores del existencialismo junto a Jean-Paul Sartre.
El sujeto está arrojado al mundo, sí. El tema, es que es un mundo de trabajo, con una marcada concepción capitalista, industrialista, y además el trabajo cumple una función importante para el sujeto, que se autorrealiza, trasciende mediante el trabajo, más allá de las condiciones de cómo está el trabajador hoy, a todo lo que se ha perdido, las batallas perdidas en virtud a las reivindicaciones de los trabajadores.
El sujeto
es en sí en sociedad con el trabajo, lo que implica un marco psicosocial y del
trabajo que va a incorporase a un patrón, a una estructura de personalidad.
¿Qué pasa
cuando perdemos el trabajo, cuando no conseguimos trabajo o cuando nos echan
injustamente de un ámbito laboral después de muchos años? Hay una concatenación
de emociones: un gran sentimiento de frustración, de culpa, una sensación rara
de no saber para dónde ir, dónde estamos parados. Esto genera muchísima
angustia, el sujeto siente que no tiene entidad, identidad en función a su
subjetividad y a lo que es en tanto lo que es, un sujeto social, un animal
político y aparte un sujeto del trabajo, que tiene su inserción en el trabajo. Perderlo
implica caer en una depresión muy severa, considerando que el trabajo nos da
identidad.
La sociedad
es y seguirá siendo capitalista y esa es la realidad. La no inserción en un espacio
laboral deja al sujeto aislado, probablemente con una depresión que lo puede
llevar a una distimia o incluso la muerte. La depresión la tiene que tratar con
un psicólogo o con un psiquiatra, que lo tenga que sostener su familia, y en
muchos casos hay personas que no cuentan con una familia de sostén, y tienen
que afrontar la problemática solos.
Todas estas
consecuencias surgen de no tener trabajo, y si lo adjuntamos a los fenómenos
sociales nuevos, la gente en situación de calle, que quizás tuvieron un buen
trabajo, fueron despedidos y no tenían para seguir pagando el alquiler y
terminaron viviendo en la calle. Esto es así, mal que le pese a quien le pese, esto
es la realidad.
Tenemos que corrernos subjetivamente de la queja y ver cómo generamos un espacio laboral, aunque no tengas estudios, si no los tenés, podés hacer todo lo posible para concretarlos, podés hacer cosas para conseguir algo mejor y podés apelar a la creatividad, son algunos tips para no caer en desesperación.
Espero que les sea
útil.
El Dr. Matías Moya se encuentra coordinando grupos denominados “CAMINATAS CONTRA LA DEPRESIÓN” en el Parque Centenario, CABA, dos veces por semana donde realizan caminatas, actividad física y dinámica y psicoterapia grupal con número reducido de participantes. También está realizando tratamientos para reducir de peso, tratamientos contra la ansiedad de comer, depresión y estrés y talleres de respiración y relajación.
Si te querés inscribir a las actividades, entrá a la página Te ayudo a superarlo y mandá un mensaje, o escribí un WhatsApp directo al Dr. MOYA:
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