El jeque del conurbano
Por Elizabet Aleo
Las tardes en el conurbano eran bucólicas. El sol calentaba las calles y levantaba el polvo que se veía a lo lejos. Los sauces llorones refrescaban sus hojas en el canal, y abajo el agua corría tranquila.
Desde una de las casas salía esa música de repente. Una canción acerca de una muchacha que se internaba en la cama 22 porque iba a tener un niño, y era madre soltera. Un cachetazo de realidad para los pibitos que andábamos corriendo descalzos por ahí. Una chica, quizás de nuestra edad, sola en la cama de un hospital, armándose de valor para enfrentarse la vida y a la responsabilidad.¿Quién lo iba a imaginar? Mientras tanto seguíamos chupando los "naranjú" (refrescos congelados en bolsitas que hoy día no pasarían ningún control bromatológico, pero a nosotros jamás nos hizo daño).
También cantaba una de un payaso, "Cuenta la historia, el payaso murió"... qué tristeza esa canción! (la versión en cumbia de "Death of the Clown" de The Kinks), y Johnny Kidd, con ritmo a lo Ennio Morricone contando una fatal historia de justicia por mano propia en el "lejano oeste" de Docke. Esos eran los temas de Omar Shané, un personaje extraño que vestía de jeque pero con una sensibilidad extrema a flor de piel.
A pesar del contenido de las canciones, que esa época viraron para lo que se conoció como "Cumbia testimonial" (sólo por nombrar a Granizo Rojo con su relato de un femicidio y Grupo Bor con la historia de Simón, el gran varón devenido travesti) todos bailaban y se divertían y acá en el sur del conurbano las canciones de country rock, tanto en inglés como sus versiones vernáculas en castellano hicieron furor en los boliches de las décadas pasadas, y los artistas tenían entre 8 y 10 shows por noche, y hasta ahora se siguen recordando con profunda nostalgia.
Hoy me entero que el jeque finalmente se fue, y sólo me queda recordarlo con esta semblanza y deseo que esté en un mundo mucho mejor, donde las injusticias y desigualdades que denunció en sus canciones, no existan.
El popular cantante de cumbia Omar Shané murió hoy debido a una fibrosis pulmonar, en Berazategui, Buenos Aires. Tenía 75 años. Estuvo internado desde el viernes, pero su situación no mejoró. La útima vez que se lo vió en público fue el 30 de diciembre de 2020, en un espacio radial denominado "El Club de Omar Shane". Fue reconocido en todo el país por su estilo de cumbia testimonial. Entre sus grandes éxitos se destacan: La Muerte de un Payaso; Johnny Kid; Cama separadas; Señor periodista, Juguete caro, entre otros.
Su mayor popularidad fue a principios y mediados de los noventa.
El éxito golpeó a su puerta por primera vez con el cuarteto Los Ralos y su disco El Arguandientoski y el hit Se casó Drácula. "Ese disco se vendía como pan caliente en todos lados y decidí radicarme en Tucumán. Recuerdo que vine en tren, más de 30 horas de viaje. En Tucumán inicié mi carrera y le debo mucho de lo que soy", había contado el cantante.
Omar se transformó en el Jeque Omar Shané y su fama empezó a gestarse desde que vivía en el Residencial San Marcos: "Grabamos con EMI-Orion. Aquí tocábamos con Las Minifaldas, con Gladys La Bomba, los discos se vendían como pan caliente y siempre íbamos a Leales, a Aguilares, a Concepción. Eduardo Menduiña me dijo: 'Omar, escuchá estos discos de cumbia colombiana y sacalos igual. Los estudié 15 días y así nos hicimos famosos".
A fines de los 70, Omar Shané llevó su música en una camioneta y con un barbijo puesto: "Llegábamos a pueblos escondidos y los caminos eran de tierra, por eso me ponía el barbijo para proteger mis pulmones. Estoy muy arraigado a Tucumán: ¡hacíamos ocho shows por fin de semana! Arrancábamos los viernes y terminábamos los lunes a la mañana. Después la semana nos quedaba libre y con la misma camioneta que nos llevaba a los shows íbamos a conocer la provincia de punta a punta. El Cadillal, el río Loro, el cerro San Javier... Muchos recuerdos".
Luego de Los Ralos, y antes de consagrarse como El Jeque, Omar toma definitivamente el apellido de Shané de sus ancestros turcos y arma la banda El Príncipe Omar y Los Tres Reyes Magos. Grababa un disco con la discográfica Leader Music cuando desde el propio sello musical le hicieron una observación: "Mirá, Omar, está El Príncipe de Beto Orlando, El Príncipe Ariel, esto está lleno de príncipes. Hay que cambiar".
Entonces a Omar se le ocurrió lanzarse como solista y convertirse en El Jeque Omar Shané. "Me convertí en el jeque de una tribu árabe y necesitaba la vestimenta acorde, por eso empecé a usar el turbante y a dedicarme a la cumbia testimonial", explicó .
Su grupo que anunciaba su regreso lo define al Jeque Omar Shané como "El máximo exponente de la cumbia testimonial". "Son canciones que hago a partir de las diferencias sociales entre ricos y pobres, sobre la escuela pública, un chico preso, una madre soltera, el rol de los periodistas para que digan la verdad, la violencia contra la mujer, las mesas de Mirtha Legrand con los invitados comiendo lo mejor mientras hay tanto hambre y la transmisión de la palabra de Dios en shows privados, casamientos y fiestas de 15", contó Omar.
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