El gobernador del estado de Tennessee, Bill Lee, pidió hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que declare a ese distrito en emergencia tras una gran explosión que dejó ayer cuantiosos daños materiales y tres heridos en la ciudad de Nashville, y cuyas circunstancias seguían investigándose.
“Esta mañana visité la zona de la explosión; los daños son impactantes y es un milagro que no muriera ningún residente”, escribió hoy Lee en sus cuentas en diversas redes sociales.
El mandatario regional sostuvo que al menos 41 comercios sufrieron daños por la detonación y reveló que escribió una carta a la Casa Blanca para solicitar la declaración del estado de emergencia en Tennessee.“Esos edificios, muchos de ellos históricos, y otros más deberán ser examinados por ingenieros para (comprobar) su integridad estructural y su seguridad”, dijo Lee en la nota.
El estallido, que ocurrió a las 6.30 de ayer, destrozó parte de una calle comercial en el centro histórico de la ciudad a la que se considera capital de la música country, y los organismos a cargo de la investigación del caso -incluido el FBI- no habían informado novedades hasta esta tarde.
Las autoridades reportaron solamente tres personas heridas, aunque el jefe de la policía local, John Drake, informó que en el lugar de la explosión se encontraron tejidos que podrían ser restos humanos.
Según los primeros reportes, la explosión se produjo en un vehículo que estaba estacionado frente a un edificio de la empresa telefónica AT&T, que sufrió daños que causaron interrupciones de los servicios de telecomunicaciones no solo en Tennessee sino también en los estados vecinos de Alabama y Kentucky.
AT&T informó hoy que instaló dos antenas de telefonía móvil en el centro de Nashville y otras varias en zonas cercanas, a fin de restaurar las comunicaciones, según la agencia de noticias AFP.
Drake dijo anoche que la policía local acudió al lugar de la explosión después de que vecinos reportaran disparos a las 5.30 y que los agentes localizaron el vehículo sospechoso a las 6.
Agregó que 15 minutos después, los uniformados “oyeron la grabación de una cuenta regresiva” que procedía del interior del vehículo y que un mensaje difundido por un altavoz advirtió que una bomba explotaría a las 6.30 y llamaba a evacuar la zona.
Hasta esta tarde, las autoridades ignoraban si había alguien dentro del vehículo en el momento de la explosión y no habían reportado ninguna sospecha acerca de los autores y el móvil del hecho.
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