El lagarto ya en su nuevo hogar, en la Reserva Santa Catalina.
Un lagarto overo de casi un metro de largo fue rescatado de una casa particular en Lomas de Zamora y liberado en la Reserva Santa Catalina, en un hábitat adecuado para ese tipo de reptiles.
El animal vivía en el patio de una casa del barrio desde hacía tres años. Y pudo volver a la naturaleza gracias a la colaboración de la ONG ambientalista Pilmayqueñ y de los propios habitantes de la vivienda, a quienes el lagarto les había quedado cuando el propietario original murió.
El lagarto overo -el tipo de lagarto de mayor tamaño entre los que habitan la Argentina- es una especie protegida por la Ley Nacional 22.421 de Conservación de Fauna, por lo cual no se puede tener en cautiverio y menos aun en un ambiente doméstico.
No obstante, un vecino de Lomas tenía uno en el fondo de su casa. Cuando el hombre falleció, el resto de la familia siguió alimentándolo con miedo. "Solo el dueño de casa lo podía agarrar, y hasta alguna que otra vez resultó lastimado por el reptil. Por eso aprovechamos la oportunidad para recordar que se rechace la opción de tener en la casa tanto este como otros animales silvestres, que no son mascotas", explica Alberto De Magistris, de Pilmayqueñ
"Incluso, según nos contaron, se lo habían pedido para comérselo. Por suerte se negaron. A Pilmayqueñ nos llegó la consulta a través de una persona conocida, quien nos preguntó si podríamos organizar la logística para retirarlo, verificar su estado, y tratar de liberarlo en alguna reserva", cuenta De Magistris.
El lagarto overo vivía en un fondo, solo, sin otros animales y tenía un galpón abierto para refugiarse. No es una situación habitual pero tampoco un caso único, aclaran desde la ONG. Ocurre que algunas personas tienen en cautiverio como curiosidad animales silvestres. Suele pasar con zorros, tortugas, coipos y hasta carpinchos.
Patricia Rodríguez y Sergio Federico, de PIlmayqueñ, se ocuparon de retirar el animal en el domicilio, para luego llevarlo al sitio elegido para su liberación, donde estaban esperando De Magistris, y el Decano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLZ, Carlos Rossi, para asistir en la labor.
Para el momento de su liberación en el humedal y laguna Santa Catalina, el lagarto fue puesto en contacto con el ambiente rebosante de vegetación. "Primero percibió el entorno y en menos de un minuto ya estaba internándose en el matorral", explica.
"Todos estaban deseosos de que el animal volviera a su hábitat natura. Allí encuentran o conforman sus refugios (cuevas), tienen alimento, agua, y la posibilidad de reproducirse", agrega De Magistris.
Estos lagartos, a los que muchos se refieren como iguana aunque no se trata de las iguanas propiamente dichas, integran la más abundante entre las 11 especies de reptiles observadas en la Reserva Santa Catalina, un área protegida en vías de implementación. El ejemplar de lagarto que se liberó mide 70 cm de largo.
En la ONG comentan que durante noviembre también recibieron llamadas de personas que habían encontrados gallaretas, aves acuáticas de lagunas y ríos, que tras las tormentas nocturnas pudieron haberse perdido en su migración, y fueron halladas en la vía pública o en el jardín de una casa. "Por suerte pudimos acudir a los pedidos y liberarlas", dicen.
fuente: clarin zonales
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