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"Tenemos que continuar de la mejor forma posible" recomienda el Dr. Moya frente a la pandemia de COVID-19

Por Elízabet Aleo


Nos encontramos en plena época de pandemia de Covid-19 donde la situación se volvió complicada para la mayoría de las personas, se cambiaron hábitos de vida y en muchos casos se generaron complicaciones de distintas índoles, así que en gala noticias decidimos charlar sobre estas cuestiones con un profesional. Por esta razón Invitamos al Dr. Matías Moya, Director de Te Ayudo a Superarlo para que contribuya a repensar un poco estas cuestiones. Él es Psicólogo Clínico, Médico Clínico y Comunitario y Dr. en Salud Social y Comunitaria.

El primer caso confirmado de la pandemia de COVID-19 en Argentina se dio a conocer el 3 de marzo de 2020. Al 22 de noviembre de 2020, se confirmaron 1.370.366 casos de personas infectadas y 37.002 fallecidos en total. La pandemia fue comparada con una guerra contra un enemigo silencioso, pues no sabíamos dónde estaba.  Podía estar en la persona que acabamos de saludar, en el tren, en el pasamanos que acabamos de tocar. 

Pero a diferencia de otras guerras, no nos avisaron que iba a venir, y nos agarró sin preparación, sin pertrechos, a diferencia de otras guerras convencionales. Si bien la cuarentena estricta ya fue levantada hace algún tiempo, todavía seguimos en guerra, con más cuidados, barbijo, alcohol en gel y distanciamiento social. Pero aun conviviendo con la enfermedad, sin una vacuna (que está en camino) y afrontando lo temible de toda guerra: sus consecuencias. 

“El tema de la pandemia en sí viene a marcar un hito, que va a sentar un precedente y que desacomodó nuestra vida personal, social, gregario, con sus respectivas consecuencias en la salud mental y en la física también”, asegura el Dr. Moya. “Considero que nadie estaba lo suficientemente preparado y nadie pensó que podría extenderse tanto. Entonces vino a patear el tablero y a generarnos una movilización que es y sigue siendo muy fuerte, con respecto a lo laboral, a las costumbres, a la socialización”.

Moya habla de una “situación disruptiva” generada por una cepa viral que es el Covid-19, que generó “un proceso de desestabilidad” a nivel global, donde el mundo no es el mismo. “Posiblemente cambien las economías, también cambiemos nosotros. La gente se ha relajado mucho pero hay que considerar que la pandemia continúa, y que hay una vacuna que puede venir a ofrecernos una solución, pero no lo sabemos fehacientemente”, reflexionó.

Gala Noticias:- Ya no somos los mismos…

Dr. Moya:- Ya no. Con el aislamiento comienzan a aparecer una serie de patologías, muchas enfermedades psicosomáticas, cuadros psicológicos, psiquiátricos que el paciente antes no tenía, o tal vez venía con un arrastre de posibles conflictos y con la pandemia se fue agravando. También afectó el aspecto socioeconómico, muchas personas perdieron su trabajo o pasaron a cobrar su sueldo en cuotas.

- Yo trabajo en al ámbito de la educación con chicos y todos me dicen lo mismo: que se encuentran muy deprimidos, desganados y que no pudieron terminar sus materias vía zoom.

-Eso es verdad, ya que la cultura  nos prepara desde niños a este proceso de socialización: todo es gregario, todo se comparte, vamos al colegio, luego a la facultad, trabajamos… nos vamos vinculando con aspectos socioculturales. ¿Qué pasa cuando esos vínculos se cortan? Se interrumpen las clases, implicando un desgaste con mucho stress, porque el colegio es un lugar de pertenencia. Y ahora se adquiere el conocimiento desde un lugar diferente, ya no desde el contacto, sino desde lo virtual. Eso genera una situación de movilizaciones fuertes en niños y jóvenes. Ya no somos los mismos. Se generan situaciones de aislamiento que a su vez desembocan en una serie de problemáticas.

-¿Pensás que falta el elemento contacto en el ámbito de la educación? Todos los chicos me comentaron que no aprendieron nada. INCLUSO, chicos de primaria que ya estaban alfabetizados hoy día perdieron la capacidad de leer y escribir.

-Esto marcó un hito. Los chicos no estaban acostumbrados a cursar interactuando con las plataformas virtuales. Todo se hizo más complejo. El tema curricular también: bajarlo a la realidad se hace muy complicado, donde al parecer, incorporar el objeto de conocimiento se hace más complejo. A los chicos les está costando incorporar el conocimiento de esta manera… cuando se va al colegio, se interactúa constantemente, se puede preguntar, se arma una red de contención, que lamentablemente se ha perdido. La virtualidad, el distanciamiento, el no contacto, jugaron en contra a la hora de adquirir conocimientos.

- Otra de las modalidades nuevas es el famoso “multitasking”: hacerse las uñas, hornear un budín, asistir a reuniones de trabajo y clases de estudio a la vez, entre otras miles de cosas que se tuvieron que resolver vía Internet. Creo que ese es otro punto que afectó bastante a la población en general.

-Esta situación fue obstaculizando nuestra rutina. Y también hay un tema que no se habla mucho: también coartó las relaciones vinculares próximas. Hubo un tema en virtud a cómo nos conocemos, hay implícito un cambio cultural. Si bien estaba la modalidad de conocer a otra persona por una red social, esto se fue complejizando por el temor a un posible contagio, fue generando movilizaciones en cuanto a los vínculos. Es obturar la capacidad de conocer a otro, y también generó conflictos en parejas ya constituidas, especialmente los primeros meses donde no se podía salir. Muchas parejas que no podían tener contacto con el afuera, debieron interrumpir sus actividades y eso generó un desgaste emocional, afectivo, erótico… Desde el plano socioafectivo hubo cambios fuertes, separaciones, parejas que no se toleraron más… los vínculos se alteraron radicalmente, con sus respectivas consecuencias. 

- Una situación inédita, de grandes cambios estructurales, afectivos, psicológicos... vos como profesional, ¿qué paleativo le encontrás a esta situación? ¿comenzar una terapia sería lo más conveniente?

-Sí. Siempre poder recibir ayuda profesional ante una situación de estas connotaciones y de esta magnitud es muy importante. Hay que hacer un trabajo de reconstrucción dentro de las relaciones humanas. Muchas personas quedaron seriamente dañadas emocionalmente, se enfermó, tuvieron amigos y familia que lamentablemente fallecieron, eso trae aparejado temores, un proceso de autoreclusión, duelo. Si hay algo que nos diferencia de los animales es nuestra capacidad discursiva, esto de poder poner en palabras las situaciones y sentimientos. 

Desde otro plano, muchas enfermedades de base se dejaron de lado , porque todo pasó a formar parte del Covid-19, y mucha gente ha fallecido por un descuido en sus tratamientos, cardiopatías, diabetes, cáncer, hubo abandono de persona porque tuvieron que interrumpir sus tratamientos. Lo que es conveniente es poder pedir ayuda, no quedarse con el malestar, buscar un intercambio posible desde la psicoterapia, la contención profesional desde el área tan importante como es la salud mental y no lo es lamentablemente, cumple un rol preponderante. 

-Muy claros sus conceptos, Dr Moya. ¿Algún pensamiento o consejo a modo de conclusión?

-Sí, que toda esta situación va a implicar un cambio de paradigma y concepción acerca de la realidad, del mundo… si nos vamos a transformar en mejores humanos, no lo sé. Las personas ya hemos pasado por sucesos terribles como guerras, hambrunas, y no parece que hemos aprendido tanto de eso. Pero afirmo que desde cada subjetividad, desde cada lugar, tiene que servirnos como un aprendizaje propio, nuestro, cómo repercutió en cada uno, hacer un balance y ver de qué forma vamos a seguir con nuestra vida. Ante las grandes catástrofes y otras pandemias, la vida siempre continúa. Y debe prevalecer esto de la pulsión de vida desde otro lugar. 

Podemos vivir muy mal o podemos decidir subjetivamente, hacer un viraje, un cambio, y vivir mucho más equilibrados, más felices: eso ya depende de cada uno, cómo uno internalizó esto; si repercutió en su salud, va a ser un proceso más complejo. Si estamos trabajando para salir adelante implica un proceso más optimista, más positivo, y nosotros desde la salud apuntamos a esa mirada: que la vida necesariamente continúa, pero el tema es el cómo. Tenemos que continuar de la mejor forma posible, reconstruyéndonos, siendo más felices, valorando mucho más nuestra propia vida y la de los demás.

-Muy certeras sus palabras, Doctor Moya. Agradecemos por su tiempo y lo esperamos en la próxima entrevista.

-Muchas gracias a ustedes, ¡hasta pronto!


El Dr Matías Moya es especialista en psiquiatría, psiquiatría infanto-juvenil, emergencias psiquiátricas, psicología clínica, especialización en TEA. Consultas virtuales o presenciales en Almagro. Aranceles comunitarios para que todos tengan acceso a la salud. Saca tu turno en el siguiente link: wa.link/qa05az

Celular: +54 9 385 697-4739

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